Debemos promover un futuro donde niños y niñas tengan las mismas oportunidades, derechos y responsabilidades, independientemente de su sexo. Esto implica la asignación equitativa de tareas, el uso de un lenguaje inclusivo, la oferta de actividades y materiales no sexistas, y el fomento de un juego libre que desafíe las expectativas tradicionales, sentando las bases para una sociedad más justa y equitativa.
