Las desigualdades de género continúan siendo un rasgo estructural del país y tienen determinantes en los ámbitos macroeconómico, productivo, institucional y sociocultural.
Los motores y niveles de crecimiento de la región no han sido suficientes para crear las condiciones favorables para lograr mayor autonomía económica de las mujeres y superar las brechas de género en el mercado laboral.
¡Cambiemos esta realidad!