Algunas mujeres se sienten obligadas a mantener relaciones sexuales por complacer a su pareja, por miedo a que este las abandone o deje de querer. 

Ante estas presiones psicológicas, muchas mujeres acaban cediendo a la demanda y respondiendo a ella con su cuerpo. Cuando esto sucede, es frecuente que las mujeres comenten en terapia, “después de hacerlo me sentí sucia”, “me sentí como si me hubiesen violado”, “luego me sentí muy triste de repente”.

Por increíble que parezca, las violaciones son mucho más frecuentes de lo que imaginamos y se producen también por la pareja. 

MUJERES RECUERDEN: son dueñas de su sexualidad y cuerpo en todo momento y pueden parar una relación sexual cuando lo deseen, no importa lo que desearon minutos antes, no están obligadas a hacer nada que no quieran hacer. 

Nunca es tarea fácil para la mujer denunciar este tipo de maltrato, porque lo habitual es que lo que ocurre en la intimidad se  quede en el ámbito privado, donde predomina el silencio, ese comportamiento tan frecuente de “lo que no se nombra no existe” pero… debes dar el primer paso. 

¡NO ES NO!

#CuencaLuchaContraLaViolencia